lunes, 8 de octubre de 2007

Memoria

Hace algun tiempo escribi este texto, para fines completamente distintos de los que hoy me mueven a ponerlo aqui. Lo escribi con el corazon y en una etapa de mi vida en la que las circunstacias me llevaron a revalorar esas cosas que sencillas y que dejamos a un lado por el correr del stress y del trabajo. Aqui lo trascribo como el original.

No me di cuenta cuando paso, pero lo olvide...

olvide el gusto por ver llover,

olvide como reir hasta caer al piso,

o la maravilloso que es un beso de mama,

olvide ser ese niño travieso,

olvide dejarme sorprender por la vida,

no se cuando fue, pero no dejare que te pase,

por eso estoy aqui, para que nunca dejes de recordar.

Te amo hijo, nunca olvides eso.


Este texto me ha traido muchas satisfacciones y fue el detonador para que me diera cuenta de lo que quiero ahora para mi y mi familia.

sábado, 6 de octubre de 2007

Inmerso

Y de pronto me encuentro inmerso en el cambio, aquel que tanto desee y busque, recuperando la pasión por lo que hago, por quienes amo. Ese cambio es el motor de nuestras vidas, inconsciente y conscientemente lo buscamos y al encontrarlo le huimos, pero esta ahí girando a nuestro alrededor, acechándonos movido por nuestros propios deseos, esperando el momento de rodearnos y sumergirnos en el para de golpe dejar de ser cambio, volverse parte del día a día y volver a empezar, una y otra vez.

Todo cambia en nosotros, envejecemos en medio de esta cadena de cambios, pero creo que hay algo que nunca cambia, que no envejece y es nuestra alma. Lo que pasa afuera, la edad, las arrugas, hace parecer y nos convence de que el alma envejece también, pero no es así. Ella muy dentro mantiene su frescura, su juventud eterna y a la menor oportunidad sale para hacerse presente, en una carcajada, en un juego, en una mirada, un beso. Quiere ser joven por siempre y no dejarse engañar por la mentira de la edad, quiere mantenernos con vida y en cambio nosotros nos empeñamos en pensar y creer que cada día que pasa somos menos que el anterior y que el camino inevitable de la edad y de la muerte nos consume de a poco. Quiero con todas mis fuerzas creer que lo que me espera a mi y a todos los que amo solo es un cambio mas y que como todos los cambios que hemos vivido, no es para mal, es para bien, para ser mejor. Espero que mi alma este ahí conmigo para recordármelo y tenga yo la capacidad de dejarme escucharla.