jueves, 15 de noviembre de 2007

Nada que decir

La ociosidad es una mala consejera, andando por aquí y por allá en la infinita internet, te puedes encontrar lo que no estas buscando, cosas que te pueden ayudar a cambiar de opinión sobre alguien o sobre algo.

Complicados son estos caminos que caminamos la mayor parte del tiempo a ciegas. Si encuentras a alguien que camine contigo algunos tramos toma su mano con fuerza y no la sueltes, uno nunca sabe cuando volverá a tener compañía.

Simplemente, nada que decir.

viernes, 2 de noviembre de 2007

Un día como cualquiera

Y resulta que después de 5 largos años de ininterrumpido servicio, decidí vender mi tan adorado Clio Sport. En tan impecables condiciones lo tenia, con tan pocos kilómetros que el día que lo vio el incauto comprador, se enamoro de el, tanto como yo lo estaba. Sin chistar, sin un solo regateo, accedió a pagar el precio que había fijado por el y ahí empieza mi calvario.

Al día siguiente de que lo viera en mi casa (domingo) acordamos vernos en mi nueva oficina para cerrar el trato; hacer el pago y entregar papeles, cualquier cosa.

Salgo en dicho lunes, un lunes cualquiera y a tan solo unas cuantas cuadras de mi destino, por primera vez en 5 años...

¡CHOQUE!, SI CHOQUE. En el momento del impacto el mundo se me detuvo, ¿porqué a mi? :(

Sentí como el mundo completito con todos su problemas se me estaba metiendo por salva sea la parte que no podemos mencionar porque este es un blog clasificación A. No podía ser, a punto de entregar mi flamante y cuidadísimo auto y choque.

En fin lo más grave no era eso, si no que en el taxi al que le hice licuado el motor venía una amable señora como de 200 kg. (no se como le hizo pa subirse al mini taxi) que para mi colmo de males, además de ser diabética e hipertensa estaba enloquecida del susto y amenazaba con darle un sincope fulminante, así que me olvide de mi amado auto y me fui a controlar a la señorcita so pena de perderla en el momento y yo pasarme unas bonitas vacaciones a la sombra. Poderosa herramienta para estas cosas es la mente, después de como media hora de terapia de interminable choro de "no hay pedo", se calmó.

Después de la consabida odisea de los seguros, ambulancias, gruas, policias empecinados en sacar pal chesco, llamadas de celular interminables, aunque ustede no lo crea logre librarme del MP y de la patrulla y todos se fueron felices y contentos al hospital o al taller y yo pude continuar mi tan abruptamente interrumpido camino.

Mi estimado comprador seguía esperándome en el lugar de la cita, al verme llegar no pudo mas que ponerse a reír a lo cual me sume, era eso o llorar.

Le aclare que había sido un accidente que ya estaba todo resuelto pero que lo entendía perfectamente si decidía echar a atrás la operación a lo cual contesto ante mi incrédula faz, ME LO LLEVO ASI.

??????? No pude más que pensar que este carnal era una especie de ángel comprador de autos chocados o alivianador de almas en desgracia. En fin, hicimos la transacción, me transfirió el dinero y firmamos papeles, solo restaba entregarle la factura original que para efectos de seguridad estaba en poder de mi cuñado al cual llame para que me la llevará a mi oficina.

Después de como una hora de espera llegó la susodicha y tan valiosa factura original, el tramite era tan simple como que se la endosara y me firmara de recibido y listo, ¿fácil no? Pues no, a que perro es el destino a veces. Le pedí a la secretaria que sacara una simple y sencilla copia fotostática de la factura, a lo cual ella accedío, pero en vez de poner la factura en el cristal, la metió en ¡¡¡el alimentador manual de papel!!! que carajos estaba pensando. Para colmo de males encima de meterla en donde no iba, al darse cuenta del error, ¡¡¡levanta la tapa de cristal!!! y ahi viene mi factura original, completamente manchada de toner y valiendo absolutamente nada.

Si antes había sentido al mundo meterse por donde les conté, pues ahora se me salió de golpe con todo y todo, en resumen, me quería morir pero no sin antes matar a la dicha secretaria. Haciendo gala de aplomo tome la madreada factura y se la lleve a nuestro amigo comprador, el cual puso cara de ¿que te pasa animal, de que trata, donde están las cámaras infragantis?

Afortunadamente mi cuñado seguía por ahí y atinó a decir ¿porqué no le sacan una copia en la agencia? antes de que el amigo comprador me requirera la devolución de su varito.

Así que eso hicimos no sin antes pagar un varo por la copia certificada y una espera de 3 a 5 días. Al final el auto ya se fue y yo me fui a encerrar a mi casa sin querer saber nada más del mundo ni de coches ni de nada.

Aquí lo dejo escrito como testimonio de un día cualquiera. Chau.